Cierta canción dice que desde los bancos de Madrid no se puede ver el mar, pero lo que no dice es que desde la azotea de Valencia se puede ver Casablanca. O por lo menos parte de ella, porque de algo tan sencillo como una azotea, una alfombra, té moruno y dulces marroquíes en una noche de casi verano sale lo de esta galería. Pero la verdadera luz viene de ellos, que son los que le dan la vida a un sitio tan típico como el punto más alto de un edificio.

Hay una famosa expresión anglosajona que dice ‘home is where the heart is’ o lo que es lo mismo: tu hogar está donde está tu gente. Al final el lugar donde estás es mucho más cercano a ti si tu gente está cerca. Como esta azotea con vistas sentimentales a Casablanca.

Ahora, para Simo y Marina, pese a la distancia que hay entre ambos lugares, tanto Valencia como Casablanca son ‘home’