Hay muchas formas de hacer una boda diferente. Cuando conocimos a Patri y Carlos nos dimos cuenta enseguida de lo especiales que eran y de la bonita pareja que formaban. Nos gusta preguntar a las parejas cómo se conocieron para saber más sobre su historia y ellos nos respondieron entre risas “a través de internet”.
Ella tiene esa belleza como cuando contemplas un cuadro y no te extraña cuando te dice que es maquilladora profesional, él es locutor de radio y tiene una voz que no puedes dejar de escuchar: de estas que son pausadas, bien entonadas y cálidas.
Ambos tenían claro lo que esperaban en su boda, o más bien sabían lo que no querían: protocolos, tradiciones y cualquier cosa en la que no se sintieran a gusto. Ejemplo de ello es que se despertaron juntos y decidieron prepararse uno al lado del otro, ayudándose y prestando atención a todos los tipos de detalles que había a su alrededor. “No tiene ningún sentido que en nuestra boda no compartamos nuestro día desde el principio a fin” nos dijo Carlos, y tiene toda la razón. Esa forma de entender su día y la vida es, seguramente, lo que les permitió poder vivir su boda con ese temple y calma que les caracteriza, sin ningún tipo de presión, nervios o expectativas. En las fotos de la preparación se puede ver esa actitud, esa alegría del momento y que no perdieron ni un solo minuto para pasárselo bien. Querían que fuese un día de celebración con su gente y en la ceremonia solo hablaron sus amigos y familiares donde se llenó de anécdotas, emociones, fotos de hace años de los novios y música. Siendo Carlos locutor de radio, y siendo la oficiante de la boda una compañera suya de trabajo, ¡cómo se nota que el oficio se lleva por dentro! Vaya forma de hablar y contar las anécdotas… Nos metían de pleno en la situación y parecía como si conociésemos a Patri y Carlos de toda la vida. Era hasta difícil seguir haciendo fotos y no pararse a escucharlo todo con detenimiento.
Además de hacer el baile de Mia Wallace y Vincent Vega en Pulp Fiction, otra de las sorpresas que dieron a sus invitados fue cuando entraron al banquete, y es que sus amigos formaron en la entrada un pasillo con espadas láser, ya que ellos son muy fan de las películas de Star Wars, momento muy divertido y que no dejó a ninguno indiferente.
Y así fue la boda de Patri y Carlos, divertida, entre amigos y distinta. Os dejamos las fotografías de una boda diferente en Valencia para que las podáis disfrutar :)