Era una tarde calurosa de septiembre, como lo son todas las tardes de septiembre, pero algo distinto iba a pasar.
Lo habitual en las bodas es hacer una celebración a lo grande, con mucha gente, y con una serie de eventos que transcurren uno después del otro. Ese tipo de bodas es el más habitual, en el que -como se suele decir- todo ocurre tan rápido que ni te das cuenta. Y con todo lo bonito y lo alegre que son esas celebraciones rodeados de toda la gente a la que se quiere, cada vez más algunas parejas prefieren hacer un tipo de celebración más íntimo, sin tantos preparativos pero con la misma carga emocional y la misma idea: celebrar el amor entre dos personas.
Al igual que lo importante en navidad no es los regalos que se reciben sino de llenarse de espíritu navideño y juntarse con la familia -sea más grande o más pequeño-, en una boda no importa cómo es: multitudinaria o íntima, lo que importa es celebrar el amor entre dos personas.
Nila y Victor optaron por una celebración más íntima. Ese tipo de bodas que cada vez está siendo más habitual. Hablamos de un 'elopement' que en español sería 'casarse a la fuga', o lo que sería lo mismo, casarse estando presentes sólo la pareja (y, en este caso, nosotros).
Y con este nuevo concepto, cambia por completo la idea preconcebida que se tiene de una boda: no hay que organizar el evento durante meses, no hay que preocuparse de a qué persona invitar (o no invitar), no hay que buscar un sitio que pueda albergar a todos/as los invitados/as... Simplemente hay que elegir un lugar que le guste a la pareja o que tenga una carga sentimental concreta, y elegir el día a celebrarlo.
Como podréis ver en las fotos, el ritmo es completamente distinto. Nila y Víctor se preparam en la misma habitación y se ayudan a prepararse, los votos los escriben un poquito antes de la ceremonia, hacemos unas fotos previas y de ahí a la ceremonia. Se dicen en voz alta los votos y se dan el 'sí, quiero'. Unos snacks, luego algo para cenar, y a bailar bajo la luna con sus canciones favoritas y sólo ellos dos en la pista de baile.
Sin presión, sin tensión, sin expectativas... Simplemente celebrando su amor. Como toda boda debe ser.