
¿A dónde vas, Arctic Monkey?
Esta entrada es parte de una serie fotográfica que hemos llamado 'besos, ternura, que derroche de amor, cuáaaaaaanta locura' (seeeh, como la canción) en la que contamos la historia acerca de cómo se conoció cada pareja y les fotografiamos con todo el fuegote a tope
“Estábamos en primera fila y vi a una chica muy desinhibida disfrutando extrañamente de la música, de emoción pura, como de la manera que tengo yo de vivir los conciertos, estábamos casi compitiendo, rivalizando a ver quién lo daba todo. El batería rompió la baqueta y la lanzó, la cogimos los dos y forcejeamos, yo la partí y le di la mitad: ahora tenemos los dos la parte de algo que solo se puede recomponer juntos. Qué divertido fue encontrar a una alter ego para luchar en los conciertos, a ver quién lo da más.”
estábamos casi compitiendo, rivalizando a ver quién lo daba todo
“Vi a un chico muy mono que olía a coco, me echaba miraditas y yo le decía “a dónde vas Arctic Monkey”, pensaba que era un chiquillo, un crío. Al despedirnos le di un piquito y le dije: lo nuestro no podrá ser. Y mira ahora”.







